Juan 16:33
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Introducción: Como cristianos pensamos que nada nos puede pasar porque creemos en Dios y porque decimos ser hijos de Dios. Solemos exigir que nada malo nos pase solo por el hecho de que creemos en Dios. Sin embargo, cuando algo malo llega a nuestras vidas, ya sea enfermad, muerte, o problemas financieros, nos excusamos para alejarnos de Dios. Pensamos que Dios no hizo nada cuando mas lo necesitábamos. Y es que pareciera que nuestra fe está sujeta a la circunstancia. Si Dios nos bendice le alabamos y le exaltamos, pero cuando las cosas van mal entonces buscamos la manera de culpar a Dios y aprovechamos la coyuntura para alejarnos. Entonces como reaccionar cuando lo imprevisto toca a la puerta y que tu relación con Dios no se vea afectada.
I.- Tómalo con calma
La palabra nos enseña que debemos dejar nuestras preocupaciones en las manos de Dios, tener la seguridad en nuestro corazón que Dios esta al control y que tiene conocimiento de nuestras necesidades. 1 Pedro 5:7
II.- Confiar en Dios
La confianza produce paz en nuestro corazón, estar seguros que él cuidara de nosotros porque él no miente, cuando nosotros confiamos en Dios estamos honrando nuestra fe en El. Salmos 55:22
III.- Esperar pacientemente
La palabra nos enseña en Isaías 40:31 “pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”.
Cuando le pides algo a Dios o pasas por la tormenta, debes estar seguro que El que ha prometido cuidarte, consolarte y proveerte, lo hará solo tienes que saber esperar en El.
Conclusión
No permitas que lo imprevisto destruya tu fe, tu esperanza y tu confianza en Dios, al contrario, míralo como una oportunidad para que Dios se glorifique en tu vida. el medio por el que tu fe va a crecer y se va a fortalecer. No busques culpables de lo malo que te sucede, al contrario, busca en medio de lo malo a Dios y encontraras el consuelo que necesitas. Al final Dios es el único que te puede ayudar en medio de tu dolor y tu desesperanza.