La Biblia en un año: Josué 22–24 Lucas 3
Por Jenny Lopez Lowe
»Desde el desierto de Cademot envié mensajeros a Sijón, rey de Hesbón, con esta oferta de paz:
“Déjanos pasar por tu país; nos mantendremos en el camino principal, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda. Te pagaremos todo el alimento y toda el agua que consumamos. Solo permítenos pasar, tal como nos lo permitieron los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas, que viven en Ar. Necesitamos cruzar el Jordán para entrar en la tierra que nos da el Señor nuestro Dios”.
»Pero Sijón, rey de Hesbón, se negó a dejarnos pasar por allí, porque el Señor nuestro Dios había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, para hacerlo súbdito nuestro, como lo es hasta hoy. Entonces el Señor me dijo: “Ahora mismo voy a entregarles a Sijón y su país. Láncense a conquistarlo, y tomen posesión de su territorio”.»Cuando Sijón, acompañado de todo su ejército, salió a combatirnos en Yahaza, el Señor nuestro Dios nos lo entregó y lo derrotamos, junto con sus hijos y todo su ejército. En aquella ocasión conquistamos todas sus ciudades y las destruimos por completo;
38 años después de la travesía por el desierto, el pueblo de Israel recibe un “Hasta Aquí” de parte de Dios. En el capitulo 2 de Deuteronomio, Dios da instrucciones especificas de la ruta por la que tienen que pasar para llegar a la tierra donde ellos empezaran a conquistar. Dios es tan especifico que les dice con quien se van a encontrar. También les ordena honrar y respetar a aquellos que viven en esas regiones, ya que El mismo les había dado las tierras por heredad. En los versos 4-5, Dios habla a favor de los Edomintas, descendientes de Esau. En el v. 9 protege a los Moabitas, descendientes de Lot, y finalmente en el verso 18, también protege a los Amonitas, descendietes de Lot. Pero al llegar al verso 24, Moises recibe instrucciones diferentes. Dios le revela que al pasar por la tierra de Hesbón, ellos la conquistarían. Aun asi, Moises como lider del pueblo, actua sabiamente opta por presentarte con una propuesta de paz al igual que lo había hecho con los Edomitas, los Moabitas y los Amonitas.
“Desde el desierto de Cademot envié mensajeros a Sijón, rey de Hesbón, con esta oferta de paz:
“Déjanos pasar por tu país; nos mantendremos en el camino principal, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda. Te pagaremos todo el alimento y toda el agua que consumamos. Solo permítenos pasar, tal como nos lo permitieron los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas, que viven en Ar. Necesitamos cruzar el Jordán para entrar en la tierra que nos da el Señor nuestro Dios”.” Deuteronomio 2:26-29
Aun con tal oferta de paz, la repuesta del Sijón el rey de la región, fue negativa.
Amada amiga, para el pueblo de Israel este conflicto se tornó en una de sus primeras conquistas, fue el la primer victoria en su transición de temporada de desierto a temporada de abundancia. Te pregunto, como enfrentas tu los conflictos? Aun cuando sabes que Dios te ha dado instrucciones de seguir adelante, como reaccionas ante los obstaculos que encuentras en el camino? Te desaniman? Te entristecen? Acaso encuentras en ellos una razon para darte por vencida? O, entiendes que son tu señal para conquistar?
Los versos 30 y 31 son clave:
“Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy. Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes.” Deuteronomio 2:30-31
Cuando el conflicto se identifica frente a ti, ya se en forma de personas difíciles, obstaculos en tus proyectos, opresiones o tardanzas, es señal que está por ser entregado en tu mano. Es señal de los comienzos de tu conquista.
OREMOS: Padre Celestial, gracias por tu Palabra. Gracias por mostrarme que eres mi guía, mi estratega de conquista. Elevo mis ojos a ti, y me comprometo a ver el conflicto como señal de conquista. Me deshago de las opciones que antes adoptaba, el desanimo, la frustración, la tristeza, y el enojo. Soy mas que vencedora en ti Jesus, amen.