A lo largo de nuestras vidas nos olvidamos de esta gran verdad. Son muchos los factores externos que escapan a nuestro control en la vida, los cuales nos sirven de excusas para no ser como Dios nos manda ser, sin embargo nosotras sí podemos controlar cómo reaccionamos ante las cosas de una manera positiva.
La biblia nos incentiva a cultivar esta cualidad. Para disfrutar de verdadera felicidad, no basta solo con decir “gracias”, tenemos que ser agradecidas y mostrarlo en nuestro actuar. Ser agradecida se muestra desde nuestro corazón… Esto nos protege de pensar que merecemos un trato especial y también nos protege de la envidia y el resentimiento, características que nos alejan de las personas y nos roban el gozo.
Cuando tu postura ante el Señor es de agradecimiento por cada una de las cosas que El da a nuestras vidas disfrazadas de familiares, amistades y muchas veces hasta…
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