BY EDITH VILLANUEVA

No hay felicidad más grande mi querida hermana verte entregar tu vida a nuestro Señor Jesús, admiro tu determinación para hacerlo y seguir la senda justa que te lleva a la vida eterna, mi corazón se regocija enormemente y no cabe mi alegría en mi ser de tanta felicidad.
Al bautizarte en el nombre de Jesús, es un símbolo que representa que has dejado atrás el pasado, que tu pasado queda enterrado y nuestro buen Dios te regala una nueva vida e inicia una increíble vida. Una Vida llena de aventuras divinas con la mano de Dios, nunca más estarás sola, su espíritu santo vive dentro de ti, él te guiara por las sendas de justicia y él es desde hoy, EL CAPITAN de tu vida, de tu hogar, de tu familia, de tus finanzas, de tu negocio y de todo lo que emprendas, ¡Mejor CAPITAN no podrías encontrar!
Al tener el privilegio de ver tu bautizo junto a tu bello hijo puedo sentir que es la experiencia más gratificante para nosotras como madres, la decisión de tu hijo, de seguir a Cristo y entregar su vida al servicio de Él, es más valorable que todas las riquezas juntas. Pues saber que Dios gobierna la vida de nuestros hijos nos hace estar seguras de que todo su camino está bajo el control absoluto de nuestro soberano Dios.
Como amiga y hna. en Cristo estoy segura que Dios te enseñará cada día y te hará más fuerte e invencible como mujer, frente a las diversas situaciones, circunstancias difíciles por la cual atravesamos, pero sabemos que la victoria está segura porque Dios está con nosotras, alentándonos ,dándonos más y más de su amor, llenando nuestra mente y corazón con la presencia de su espíritu santo y adquirimos más sabiduría para actuar como mujeres virtuosas porque somos cada día transformadas por su bondad ,humildad y sentimos el gozo del señor en nuestra vida.
Por ello mi querida hna. Has adquirido el mejor título, el más valorable certificado de ser UNA HIJA DE DIOS, sé que Él te esta llamando a dar testimonio de su poder y grandeza a otras mujeres en el mundo entero.
Te invito pues a descubrir el monte al cual Él te necesita para expandir su inagotable amor y poder de transformación.
¡Dios te bendiga desde hoy y para siempre!