por Gina Paola Zeron Carbajal
¡Ahora Ve! Yo te ayudaré y enseñaré Éxodo 4:10 – 17
Ahora pues, ve… y te enseñaré lo que hayas de hablar. Éxodo 4:12
Cuando apenas me preparaba en las primeras clases de magisterio en mi país. En esos días tuve la oportunidad de participar en un seminario de entrenamiento para pastores y maestros.- De repente me desconecte por un momento y comencé a pensar en si misma ¡Pero, que estoy haciendo aquí! ¿Qué? ¿Cómo puede ser, yo en medio de pastores, líderes y maestros de la Palabra de Dios? Realmente era abrumador no sabía ni que decir, mientras llegábamos al tiempo de las practicas solo oraba ¡Que no me toque a mi Señor! De repente uno de los maestros a quien admiro mucho expreso: ¡Es aquí cuando me pongo nervioso, siento que me tiembla el cuerpo! ¡Ahora viene lo bueno! Esa frase me sorprendió; me sentí tan identificada, pues yo sentía lo mismo cada sábado que debía exponer una clase del discipulado bíblico, estaba realmente sorprendida yo creía que sufría de pánico escénico. Cada vez que me acerco a la Palabra de Dios me envuelve un sentimiento de ineficacia ante la tarea divina a la cual he sido llamada, enseñar la Palabra de Dios.- Pero es en ese momento cuando puedo experimentar la gloriosa presencia del Espíritu Santo dándome el valor, la fuerza, la autoridad y la palabra que debo compartir. Al escudriñar las escrituras encuentro que hubo alguien que se sintió exactamente igual que nosotros Si Moisés el libertador de Israel; El al darse cuenta cuál era su tarea no tardo en presentar excusas al Señor Éxodo 4: 10 –13 Realmente él nunca había podido hablar bien mucho menos en público y con la responsabilidad de dirigir y enseñar a todo un pueblo; realmente era un reto grande. Algunas personas tenemos excusas muy similares soy muy pequeña, tengo temor y si no me escuchan, otros hablan mejor que yo, quizás conozcan más de la palabra de Dios ¿qué poder enseñarles?… Pero descubrí una verdad bíblica…” Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia…” No se trata de nuestras habilidades, de lo que pódanos hacer o no podamos hacer, se trata de su gracia de su favor de su misericordia sobre nuestras vidas. Dios es tan maravilloso que cuando nos delega una tarea, El mismo nos estimula y nos da una garantía de éxito así que yo estoy segura que él nunca patrocina fracasos, eso nos da la dicha de celebrar la victoria siempre.
Que hermoso saber que Dios asegura su presencia con nosotros, nos enseña a nosotros primero para que estemos seguros al momento de compartir con otros.–No hay porque temer, donde quiera que Él nos envía, allí estará con nosotros.
Bendiciones. Gina Paola Zeron Carbajal
Creo que aquellos que enseñamos las Escrituras debemos sentirnos de esa manera temerosos de nuestra humanidad pues que no sea ella quien hable sino lo que Dios haya puesto en nuestro corazón. Esos temores son muestra que estamos en silencio pidiendo el respaldo y cobertura del Señor para que todo lo que salga de la boca de aquel que predica o enseña su Palabra sea conforme a su voluntad y deseo. Me identifico con este tipo se comportamiento. Dios siga siempre respaldando a sus siervos.
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