Todas nosotras en algún momento hemos tenido que lidiar con la falta de perdón, cuando permitimos que situaciones conflictivas de, familiares, laborales o de trabajo, afecten nuestras emociones y damos lugar a que se siembren y luego germinen semillas de amargura, resentimiento, que se tornan dolorosas, destructivas que no sólo afectan nuestra alma, sino que, psicológicos y físicos, pero hoy la palabra de Dios nos dice en Efesios 4:31-32 Quitense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia,no demos lugar a la falta de perdón por actitudes, voces y palabras que se vuelven en argumentos como decir:usted no sabe el daño que me ha hecho esta persona yo hoy no le estoy diciendo que es fácil su situación, pero si le digo que Dios se encarga de cobrar esa deuda y si tan sólo confía su problema a Dios él Traerá su medicina como un ungüento para su vida, fuimos creadas a su imagen y semejanza y éste es el tiempo de ser rodeadas de su amor lo cual nos capacitará para perdonar:”adulterio, violencia, traiciones,” etc.
Que hacer?
- Ame con ese amor que cubre multitud de faltas, el amor es la fuente inagotable para curar el dolor, todo daño.
- Perdone, sea sincera, hágalo de corazón, Jeremías 30-17 “Mujer yo haré venir sanidad sobre ti y sanare tus heridas”, el perdonar rompe cadenas para dar paso a la reconciliación y vivir una vida plena.
Levantese, tome pronto ánimo, Dios le mostrará el camino a seguir y su vida será de bendición, creemos que la gracia de Dios derramada en su vida le hará una mujer muy especial que marca la diferencia en su familia, trabajo,Vecindario.
Hoy es el día de tomarse el tiempo para poder hacer un cambio radical en su vida y ser una mujer que ama a Dios es obediente y le da gracias por su amor, adelante somos llamadas a ser de bendición.