Por: Lidia Marina Navas
Salmo 121:8
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 3 no dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. 4 he aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. 5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6 el sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Mientras leia y meditaba en este salmo entendí, que muchas veces pasamos en nuestras vidas circunstancias difíciles como seres humanos, pero como hijos de Dios debemos tener puesta la mirada en lo alto reconociendo que el es nuestro ayudador y que nunca nos dejara de su mano.
Es ahí donde el Señor nos ensena que el socorro no depende de nuestras habilidades, ni de nuestra propia fuerza, si no que depende del amor de el hacia sus hijos.
Es importante que atesoremos esta palabra en nuestro corazón para poder compartir con aquellos que no han entendido que hay un Dios Poderoso y fiel.
Oración
Amado Padre Celestial en estos momentos, declaro que nuestra mirada esta puesta en ti y que recibimos respuestas de paz y sanidad para todas aquellas personas que han estado enfermos, heridos sus corazones y que tu les dará la capacidad de poder levantar su mirada a lo alto porque reconocerán que tu los haz puesto como agente de tu reino en esta tierra y ellos podrán ver no con los ojos físicos sino con los espirituales que hay un ejercito celestial guardando sus vidas, familias y nación.