Hay mujeres que siendo sabias, prudentes, virtuosas, buenas, temerosas de Dios se han casado con hombres necios, contumaces, machistas, torpes, crueles, patanes, etc., como Nabal, pero con sabiduría  saben tomar buenas decisiones.

Nabal en su necedad y por su avaricia de no querer compartir con David algo de comida, puso en peligro de muerte a su esposa, hijos, criados y toda su casa, pero Abigail, al ser avisada de la sentencia de muerte que venía sobre su familia, se apresuró a buscar una solución y preparó:
200 panes
2 cueros de vino
5 ovejas guisadas
5 medidas de grano tostado
100 racimos de uvas pasas y
200 panes de higo seco (v.18)
Y se adelanto a sus criados y salió al encuentro de David, quien venía ardiendo en ira a destruir a Nabal y toda su casa y le pidió perdón por la falta de su esposo y se inculpo ella y lo bendijo. El vio con agrado la actitud de ella y perdonó la falta de Nabal y bendijo a Abigail y tomó la ofrenda que ella había preparado para Él.

De la misma manera si tú estas casada con un hombre necio, tus decisiones marcarán el futuro tuyo y de tú descendencia, pero para eso necesitas la sabiduría que viene de Dios. No te quejes más por el esposo que tú misma escogiste, puedes cambiar tu historia, tomando decisiones sabias.