TEXTO: Lucas 11:28
INTRODUCCIÓN
La Voz Gloriosa de Dios (Salmos 29:3-9)
Oír: es escuchar con interés o escuchar para obedecer
Escuchar es una de las virtudes más difíciles de adoptar, ya que nos gusta hablar, hablar y hablar, pero ¿Cómo podemos escuchar la voz de Dios?
En el Antiguo Testamento Dios Hablaba audiblemente, a través de sueños, visiones, ángeles mensajeros y de sus Profetas y a través de la Ley (Palabra de Dios, pergaminos)
En el Nuevo Testamento seguía Hablando por sueños, ángeles, visiones, Jesús (el Logos: La Palabra Encarnada) a través de Hombres y Mujeres que decidieron servirle, los evangelios, cartas… todo esto lo reúne LA BIBLIA… LA PALABRA DE DIOS… LAS ESCRITURAS… LA LEY… él sigue hablando a través de ella… depende de nosotros escuchar….
Es necesario escuchar a Dios para conocerlo, para saber a quién servimos, para ser transformados, al escuchar a Dios, ya no podremos ser iguales, él sigue insistiendo, el sigue esperando que su pueblo le escuche y ponga en práctica los que ha dicho. ÉXODO 20:18-20 aunque no seamos dignos él quiere hablarte, bendecirte, llenarte, ser tú Dios…
El que escucha a Dios (Moisés), quiere que otro escuche (quieres escucharlo, no temas… él prueba nuestro corazón…)
El que tiene oídos para oír que oiga, (Mateo 13:9) la Palabra ha sido sembrada en cada uno de nosotros y ha sido sembrada y lanzada depende la tierra donde caiga así dará fruto, sea fruto temporal o permanente. La Palabra de Dios transforma, da esperanza, nos ayuda a creer en las promesas, a confiar, fe,
Al escuchar la voz de Dios
- SOMOS REALMENTE BIENAVENTURADOS (Lucas 11:28)
Jesús le da suma importancia a esto, somos Muy privilegiados de tener la Palabra de verdad
Escuchemos; atentos, dispuestos a obedecer
Consejo de la Palabra: Proverbio 1:5
“… Si oímos su voz no endurezcamos nuestro corazón, como lo hicieron en el desierto.”
Esto lo dice ´para que estemos pronto a ponerla en práctica, a guardarla es decir obedecerla
El que endurece su corazón a la Palabra tiene consecuencias
Una advertencia sino escuchamos: Santiago 1:22
Sino escuchamos a Dios entonces viene la calamidad no sólo en este tiempo sino para las futuras generaciones…. (SALMOS 81:8, 11-16)
Jeremías 6:10 “El profeta lo dice, aun pueblo que no obedecían a Dios y que venía sobre ellos juicio
Jeremías 26:3-6 Dios aun muestra su misericordia y envía Palabra dando oportunidad para que su pueblo se vuelva a él y obedezcan su Palabra, pero sino entonces…
2. SOMOS VERDADEROS HIJOS (Juan 10:27-29)
¿Por qué?
- Porque oímos su voz (su Palabra) y es así que
- Él nos conoce
- Y por ende le seguimos hasta la eternidad
- Porque Él nos dará vida eterna
- No pereceremos jamás (aunque las pruebas son difíciles no son para siempre)
TENEMOS UN FUNDAMENTO (Mateo 7:24-27) (Proverbios 16:20)
Nuestro fundamento es Cristo, aunque vengan las tormentas que vengan, si hemos oído la voz de Dios y la hemos puesto en práctica tomaremos mejores decisiones, seremos prudentes, él nos guardara en el día malo y estaremos firmes ante cualquier circunstancia creyendo firmemente en sus promesas.
- Ni nadie nos arrebatara de la mano de Jesús (esta es una afirmación con tanta fuerza, da seguridad absoluta al cristiano verdadero)
Al escuchar la voz de Dios
- NUESTRA ACTITUD DEBE SER ESTÁ (I Samuel 3:10)
Samuel dijo, habla porque tú siervo oye!!!!!!
En este pasaje Samuel ya no era un niño ya era un adolescente, Dios se presenta ante él y le descubre una visión, pero él le dice está frase, háblame porque aquí tú siervo te escucha
Esa debe ser nuestra actitud ante la Presencia de Dios, al escuchar las Escrituras, al estudiar la Palabra de Dios
Dios quiere hablar e insiste… que le dirá usted hoy al Señor…que quieres decirme, que quieres corregir en mi vida, que quieres que yo haga, dime que hago’ aunque no seamos dignos, pero aquí estamos Señor…
CONCLUSIÓN
ÉXODO 19:5-6
oro porque cada mujer, hombre y joven, podamos ser guiados y transformados por medio de La Palabra de Dios, sobre todo consagrarnos y escucharlo en todo tiempo para ser direccionados y guiados para tomar sabias decisiones y andar por el camino correcto.