POR KAREN ESTRADA DE SAMUR
Salmo 119:27 “hazme entender el camino de tus preceptos y meditare en tus maravilla”,
Debemos entender y aceptar que los planes de Dios con cada uno de nosotros, siempre serán mejores que tus planes. La voluntad de Dios en agradable, grata y perfecta, aunque muchas veces no la entendamos. Necesitamos saber que la voluntad del Padre Celestial es que lo conozcamos mejor, que seamos su amigo, que le amemos, que meditemos en su palabra y sirvamos con todo el corazón. Entreguemos nuestro corazón al Señor, pidámosle que nos enseñe a ser obedientes y diligentes, que nos llene de su amor, que nos sane y limpie de todo pecado para poder servirle de la mejor manera y que nuestros ojos sean abiertos a la verdad espiritual.
Efesios 5:17 “por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cual es la voluntad de Dios”. La palabra voluntad se define como la capacidad y el poder de elegir:
- Dios posee la capacidad de decidir y la ha ejercido siempre, nos creo con la capacidad de tomar decisiones, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, (Génesis 1:26).
- Podemos elegir obedecer o desobedecer con consecuencias previsibles, (Romanos 5:19).
- Dios respeta y protege nuestra libertad individual de escoger, lo que conocemos como el libre albedrío, (Salmo 54:6-7).
- El anhela que al tomar decisiones, elijamos bien y así desarrollemos nuestro carácter, (Deuteronomio 30:19-20).
Dios cuyo carácter es perfecto en amor y perfecto en justicia, siempre desea lo bueno para cada uno de nosotros, (Jeremías 29:11) y nunca se siente inclinado hacia el mal, (Santiago 1:13).
Condiciones Básicas para conocer la voluntad de Dios
- Confianza en que Dios existe, que es bueno y justo, (Hebreos 11:6).
- Obediencia, obedecer a Dios es todo y desterrar el pecado en nuestra vida.
- Sumisión, dispuestos a obedecer lo que Dios nos revele de su voluntad, (salmo 143:10).
A causa del gran regalo del libre albedrío que Dios nos otorgo, El no impone su voluntad en que le amemos, obedezcamos, sirvamos, busquemos su rostro, meditemos en su palabra, etc. Aunque las cosas no salen como Dios quiere que las hagamos conforme a su voluntad, El no nos obliga hacerlas.
La obediencia es uno de los mejores regalos que se le pueden dar a nuestro Señor, eso alegra su corazón y la desobediencia le produce dolor y tristeza.
Tampoco Dios compra nuestro amor, El quiere que lo amemos sin condición y por voluntad propia, no por lo que nos pueda dar. Amemos a Dios en las buenas y en las malas, tengamos la certeza que en nuestras alegrías y adversidades, El está con cada uno de nosotros.
Dios nos ama a todos por igual, (buenos/malos) ya que El hace salir el sol y la lluvia sobre los justos y malos. Tenemos que reconocer que en realidad bueno y fiel solo es Dios.
Reflexión
Si la voluntad de Dios es que le amemos por sobre todas las cosas:
¿Por qué Dios no nos obliga a amarlo? ¿Por qué no obliga a los malos a ser buenos? ¿Por qué no impide un suicidio, un asesinato, un robo? Principalmente por el regalo del libre albedrio y la tendencia del hombre es siempre hacia el mal. Mateo 24:12 “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriara”.
Señor Jesús te damos las gracias porque sabemos y reconocemos que tus pensamientos y planes con cada uno de nosotros son de bien y no de mal, de paz y gozo, enséñanos tus caminos en tu perfecto amor y justicia, ayúdanos alcanzar una vida plena en tu hijo amado Jesús y que crezcamos espiritualmente conforme a tu voluntad. Reconozco que muchas veces por causa de mi pecado no hago tu voluntad, al contrario elegimos actuar de manera egoísta y perjudicial, que no hago lo que quiero sino lo que aborrezco, eso hago. Señor ayuda a cambiar mi actitud, te entrego mi corazón y miren tus ojos por mi camino, todo esto te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén.