Por Ericka Lazo
Números 6:24-26
La psicología nos ha enseñado en un sin fin de ocasiones el poder de las palabras en el ser humano y más cuando son pronunciadas por una madre.-
A lo largo de la historia la familia ha ido evolucionando en todos los detalles relacionados a los roles de los miembros de ésta, desde el mismo momento donde la madre estaba a tiempo completo al cuidado de sus hijos y el padre era el suplidor fuera de casa, hasta nuestros tiempos donde la mujer se ha unido a la fuerza laboral junto a su esposo por la presión económica que cada vez se hace más fuerte, quedando los niños al cuidado de niñeras particulares y en el mejor de los casos con las abuelas o miembros de la familia extendida.-
El stress cada vez es más fuerte ya que en muchas oportunidades la mujer regresa a su hogar al final del día cargada y exhausta con pequeños ansiosos por verla para poder compartir aunque sea un pequeño tiempo antes de tener que ir a dormir, y es ahí donde la calidad que les demos en ese momento puede marcar el corazón de nuestros hijos y es donde la bendición de Números puede ser el cierre perfecto del día.-
Como mujeres debemos entender que nuestro trabajo fuera de casa es apenas una parte de nuestra vida y que así como deseamos cumplir y hacer bien nuestro trabajo cotidiano, el trabajo que trascenderá en el tiempo es el que comienza al llegar a nuestra casa junto con nuestra familia.- Debemos conscientemente pedir a Dios nos recargue de nuevas fuerzas, nueva paciencia y un amor fresco para que al llegar a casa no importando con lo que nos podamos encontrar, nuestras palabras aunque no sean perfectas siempre tengan un toque de amor y por sobre todo BENDICIÓN DE DIOS, tal cual nos lo enseñó Dios en su palabra y más cuando éstas son declaradas sobre la vida de las personas más importantes, nuestra familia.
ORACIÓN
“EL SEÑOR TE BENDIGA Y TE GUARDE; EL SEÑOR HAGA RESPLANDECER SU ROSTRO SOBRE TI SU ROSTRO, Y TE DÉ PAZ.”
AMÉN