POR: LEYLA ZUNIGA
Proverbios 31:10 Mujer virtuosa ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa
largamente a la de las piedras preciosas.
INTRODUCCION
La Biblia dice que el valor de una mujer virtuosa es mucho mayor que el de las piedras
preciosas (fíjese que no habla de una piedra en singular, sino el de las piedras preciosas, en
plural) o sea muchas piedras preciosas juntas. Ahora veamos…
¿Qué sería una mujer virtuosa? Aquella llena de cualidades valiosas, aquella que reúne las
condiciones que Dios quiere que la mujer que Él creó tenga y espera de ella. Aquella que
agrada a Dios cada día de su vida, que su andar refleja a su Salvador y Señor; que es
obediente a su Palabra, llena de gracia.
I. ES UNA MUJER EN QUIEN SE PUEDE CONFIAR
Proverbios 31:11“El corazón de su marido está en ella confiado y no carecerá de
ganancias”.
Confianza, una simple palabra que puede expresar tanto. Si confiamos, estamos tranquilos,
serenos. En paz tenemos plena seguridad.
Si se logra ser esa mujer virtuosa que Proverbios menciona, llena de gracia y cualidades
especiales que Dios desea, solo entonces el corazón de su marido estará en ella confiado.
Es una mujer con un corazón sano, perdonador y que olvida las ofensas. Sobre todas las
cosas guarda tu corazón porque del mana la vida prov.4:23
Su esposo descansará tranquilo, seguros, en paz, con la completa seguridad de que
obtendrán satisfechos todas sus necesidades (materiales, espirituales y físicas). Podremos estar a su lado dándoles soporte, apoyo, amor y cumpliendo con toda responsabilidad del rol de la mujer en su hogar.
Proverbios 31:12“Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”.
Solo una mujer que conoce a Cristo como Salvador, puede reconocer lo que es dar el bien y hacerlo de corazón. Solo ella sabrá que Cristo se dio a sí mismo, como máxima expresión de darnos el bien, la salvación y perdón por nuestros pecados.
Hacer el bien en ocasiones, puede ser una práctica de muchos hoy en día, pero hablamos de una actitud del corazón, que no se restringe a ocasiones especiales, sino a una actitud
permanente en su vida. Se refiere a hacer lo correcto no solo en sus hechos sino en
palabras, en pensamientos; a hacer el bien continuamente, todos los días de su vida.
Una mujer que agrada a Dios sabe cuál es el mal, lo reconoce, pero no lo practica en su
vida. Es reconocida por su buena actuación, su bondad y misericordia ante cualquier
situación. Sabe imitar a su Maestro, nuestro Señor Jesucristo y su modelo de vida,
haciendo lo correcto a su prójimo (tanto a sus amigos como a sus enemigos) No tiene
acepción de personas, no escoge a quien hace el bien, esperando le recompensen por ello.
Es capaz de hacer el bien sin mirar a quien, sin tener un porque y sin esperar un para qué.
II. ES UNA MUJER QUE SE ESFURZA EN SU TRABAJO
Proverbios 31:13 Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos”.
Sabemos que desde la creación del mundo, Dios ha instituido el trabajo como medio de
provisión y responsabilidad al hombre, a la cabeza del hogar. Pero veo que la mujer
virtuosa que agrada a Dios no es perezosa, sino por el contrario, diligente. Tiene ánimo
pronto para resolver y atender a las necesidades inmediatas de su hogar.
Cuando se dice “busca lana y lino” se entiende que esa mujer es talentosa con el hilo y la
aguja, sabe coser, bordar, tejer es útil con sus manos. Sus manos son provechosas, no
depende de otro; ella puede resolver problemitas que incluyan telas y costuras. Sabe
trabajar en manualidades o sea sabe trabajar “con sus manos”.
Proverbios 31:14 “Es como nave de mercader; trae su pan de lejos”.
Cuánto nos maravillamos cuando vemos como la naturaleza salvaje, la madre sabe y es
capaz de alimentar a sus crías pequeñas, no importando cuán difícil sea su tarea. Vemos a la mamá leona capaz de velar toda la noche y el día hasta lograr atrapar una pieza que
pueda suplir del alimento necesario a sus pequeñas crías, así también podemos observar con cuanta diligencia y aun de tan lejos, vuela el águila madre para lograr capturar esa presa que pueda nutrir a sus polluelos para que logren desarrollarse tan saludables como les sea necesario.
Para esta tarea no importa el clima, el frío, la lluvia, la nieve, la tormenta, el calor, el
radiante sol, la noche. Es un esfuerzo continuo e incansable, hasta lograr su meta cumplida: alimentar para el completo y correcto desarrollo a sus pequeños. Cuando proverbios menciona a la mujer virtuosa que es como nave de mercader, pues trae
su pan de lejos; no podemos tener otra sublime y emotiva imagen de esa madre sacrificada que no valora el esfuerzo, ni el tiempo que tome, ni su propia condición, con tal de satisfacer la necesidad de sus hijos.
Es la madre sacrificada, que piensa primero en la necesidad de ellos, antes que en la suya propia. La expresión “trae su pan de lejos” deja ver que no es algo que ha logrado de manera sencilla y fácil, ha costado esfuerzo y sacrificio.
ORACIÓN: Padre eterno vengo ante usted, en el nombre de Jesús pidiéndole que su Santo Espíritu tome el control en mi vida para que cada día pueda vivir y actuar como una mujer virtuosa llena de su amor, gracia, sabiduría y autoridad cumpliendo la misión por la cual usted ha dado a nacer en este tiempo.