Su Amor y Misericordia

Juan 9:1-3

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” Jesús respondió: No es que pecó este, ni sus padre, sino para que sus obras de Dios se manifiesten en el.

Con total seguridad y tranquilidad, el Señor se detuvo cuando “vio” al ciego que estaba mendigando. Los que le conocían sabían que aquella mirada del Señor estaba llena de sentido. Había encontrado una nueva ocasión para mostrar su misericordia. Con esto se nos revela la atención constante de Jesús hacia aquellas personas necesitadas que se encontraba en su camino. ¡Cuánto tenemos que aprender de Él! ¡Cuántas oportunidades de hacer el bien perdemos en nuestro paso por este mundo! Pero Jesús no era como muchos de nosotros, ni tampoco como el sacerdote y el levita de la parábola, que cuando vieron en su camino a un hombre malherido por el ataque de unos ladrones, pasaron de largo sin prestarle atención. El Señor se comportó nuevamente como el buen samaritano que se detuvo y atendió a su prójimo necesitado.UMC_prayer

Este ciego sirve para tipificar al hombre natural que nace y vive en tinieblas hasta que Cristo ilumina su espíritu. Aunque en esta ocasión el Señor hizo algo más por él, porque también le dio la vista física, como una demostración más de que él es realmente la Luz del mundo. Lo que Jesús hizo por aquel ciego nadie más lo podía hacer, ni siquiera la misma religión.

ORACION

SEÑOR GRACIAS POR TU INFINITO AMOR Y TÚ GRAN MISERICORDIA, AYÚDANOS A PODER SER INSTRUMENTOS PARA AYUDAR A NUESTRO PRÓJIMO Y ASÍ HACER TU VOLUNTAD. EN EL NOMBRE DE JESÚS. AMEN

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