By Edith Villanueva

Ahora estás pensando en forma negativa que nada de lo que has logrado ha servido para mantener un equilibrio emocional en tu vida, ni en ninguna área por la que has estado invirtiendo tiempo y esmero en mejorar; ya sea como esposa, madre, profesional o hija. Tus fuerzas tanto emocional, física y espiritual sean agotado.
En la biblia en 1 de reyes 19: 1-9 podemos ver a Elías que un día se armó de valor y desafío a los profetas de Baal y los mató a 450 a filo de espada, pero al recibir un mensaje de muerte de la reina Jezabel huyo sin rumbo, buscando la muerte.
¿Qué paso con Elías? ¿Qué aspectos de su fe cambiaron de una forma tan radical que quería morir? ¿A dónde se fue su valentía y coraje? ¿Por qué tomó la decisión de huir sin rumbo? ¿Por qué tanto miedo a un mensaje de la reina Jezabel? ¿Por qué pensó en la muerte como solución? ¿Por qué no buscó a Dios? ¿Por qué se aisló de los suyos?
Las mismas preguntas aplican para nuestra vida cuando sentimos un agotamiento emocional donde el desequilibrio a hecho que no tengamos energía física, emocional ni espiritual. ¿Entonces que hacer?
Lo que tenemos es que darnos cuenta de que tenemos que vivir en equilibrio, necesitamos renovar nuestras fuerzas es decir retroalimentar nuestras fortalezas, ¿Dónde están tus fortalezas? ¿Dónde renuevas tus fuerzas? ¿Dónde consigues recargar tu energía? ¿Dónde avivas el fuego de tu fe?
Elías recibió ese mensaje de muerte de la reina Jezabel cuando él estaba cansado, fatigado emocionalmente, él en su mente lo visualizo y le dio credibilidad entonces se llenó de temor, cobardía y decidió huir sin rumbo, se aisló de su gente de confianza y le pidió la muerte a Dios.
Si tú estás pasando este agotamiento emocional necesitas entregar en oración todo lo que te está robando tu energía a Dios, necesitas entregar a Dios todo eso tóxico que te está devorando tu energía, tu fuerza y tu paz interior. A todo esto, lo llamamos paz espiritual, necesitamos mantener un equilibrio espiritual de nuestra mente, nuestra mente tiene que descansar en Dios.
Mantener una vida de conexión con nuestro creador cada día, porque cada día tiene su propio afán.
Nada puedes lograr alejándote, aislándote o encerrándote tú sola con tus problemas, necesitas conversar con alguien que te pueda ayudar. Busca personas de tu confianza, busca el buen consejo, buenos asesores, esos buenos amigos que te van a dar ánimo y buenas opciones de soluciones.
Cambiar tu forma de vida, adopta buenos hábitos, descansa bien tus horas y toma vacaciones contigo misma y con tu familia, relájate cada vez que puedas, mantén una buena alimentación que te permita sentir que lo que estas comiendo te da energía y no pesadez. Hacer una rutina de ejercicios que tu cuerpo lo disfrute y tu sientas esa descarga de energía en tu mente.
Instala en tu casa un ambiente de alegría, un ambiente de paz, un ambiente donde se sienta la presencia de Dios. Te pido que ores, pídele a Dios que mantenga la paz en tu casa, de todos los miembros de tu familia, haz que tu casa sea una casa 5 estrellas, que todos quieran estar allí porque todos se sienten bien. Vamos a orar sin cesar, por la paz en nuestros hogares, el enemigo no tiene parte en nuestra casa y echar fuera todo mal comportamiento y toda conducta que nos hace tanto daño y nos roba energía. Entrega todo eso que te hizo daño, bendice a esas personas tóxicas y ponlas en las manos del Señor.
Mantente siempre activa en tu fe, involúcrate en tu iglesia, con tu ministerio. Has que fluyan ríos de agua viva en ti cada día y te refresque espiritualmente.
Te animo a ser una mujer cristiana feliz, esa líder que impacte en la vida de los demás, inyectando tu alegría en cada corazón que necesita levantarse.
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
Isaías 41:10