by Edith Villanueva

Hola mi querido lector,
Hoy quiero contarte una historia personal maravillosa de sanidad en un día ordinario donde fui testigo del poder de la palabra de Dios específicamente del Salmo 28 versículo 7 que dice: “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré”.
Sucedió que mientras preparaba el desayuno para una de mis hijas en la cocina de repente me vino un dolor de cabeza muy fuerte y fulminante que no podía mantenerme de pie , me apoyé en la mesa y me senté, pero me acordé que la estufa estaba prendida así que hice lo posible para llegar y apagarla luego no recuerdo que pasó. Mi esposo me cuenta que yo estaba apoyada en la isla y que Él me estaba llamando, entonces ve que me estoy cayendo y él hizo lo posible por llegar y no golpearme la cabeza; él me estaba hablando, pero yo no lo escuchaba, hasta que le respondí, me levantó y me ayudó a llegar a la cama, donde él me pregunta llamo al 911 pero yo le dije: “no”. Necesitaba ir al baño, cuando el dolor comienza otra vez, pero allí tenía un cuadro de este precioso salmo 28:7 entonces al mirar la palabra de Dios, le dije a Dios: Padre ayúdame, sáname de este dolor, no lo quiero otra vez, y comencé a declarar la palabra: “Oh, mi Señor, tú eres mi Dios, mi Señor eres mi fortaleza y mi escudo, ¡líbrame de este ataque de dolor! ¡Y al instante vi su sanidad, ningún dolor más en mí! Enseguida grite muy fuerte a mi esposo por agua porque antes no podía hablar mucho ni fuerza para hablar, me preparó mi desayuno, comí tan rico con ganas como nunca y ya no más dolor, ni ningún desmayo más.
Al tercer día fui con el doctor para que me haga los análisis respectivos y mi diagnóstico, aunque yo estaba segura de que estaba sana lo que buscaba es esa confirmación, ese comprobante de la victoria, el doctor ordenó varios exámenes como Ecocardiograma, Prueba de esfuerzo, Prueba de la mesa basculante, Monitoreo cardiaco y Pruebas de laboratorio todo esto para descartar anormalidades. Mientras esperaba los resultados en el room asignado, se podía ver una pantalla que tenía un precioso cielo, oh que maravilloso que te transmite tranquilidad. El diagnóstico del médico fue favorable para mí, no presento ninguna anormalidad, todo está bien en mi cuerpo, ya eran las 12: 20 am del jueves 14 de julio del 2022 en que me dieron mis resultados, ¡Gloria a Dios!
Al salir y despedirme de las enfermeras y salir al hobby del hospital le pedí a Dios que sanara a todos los que estaban enfermos allí y a los que estaban esperando sus resultados que sean favorables como el mío.
Cuando subí a mi auto no sabes la emoción que sentía, mi agradecimiento y compromiso con Nuestro Amado Dios a seguir más involucrada en su obra, en la iglesia, en mi comunidad, en mi familia. Llegué a mi casa como la 1: 40 am, ha sido el día más brillante, porque vi el poder de Dios obrando en mi sanidad. ¡Aleluya!
Que felicidad este es mi comprobante de mi victoria ¡estoy sana por la gracia y favor de Dios!
Dios te bendiga.
“Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” Juan 11:40
Gracias por tu mensaje de esperanza y fe para las que flaqueamos en la fe y dudamos del poder De Dios cuando vienen pruebas difíciles , revivas mi espíritu con tu experiencia .
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