Pasan los días y te das cuenta que necesitas comenzar de nuevo, reiniciar etapas en tu vida que de una u otra manera estaban cerrando tú corazón…¿qué puedes hacer cuando las situaciones difíciles que estas viviendo, te obligan a endurecer el corazón porque simplemente te dejas llevar precisamente por esas mismas circunstancias? en realidad, es tan irracional cuando actuamos en nuestras propias fuerzas o por nuestra propia naturaleza, y dejamos de escuchar esa sutil voz que nos ha estado guiando en nuestro caminar, la voz de Dios. Muchas veces y de manera egoísta queremos anteponer nuestras necesidades ante los propósitos perfectos que Dios tiene marcado para cada uno de los seremos humanos, ya que fuimos creados para cumplir su propósito eterno en esta hermosa tierra, llamada mundo. Como hijos e hijas de Dios, vivimos en el mundo, pero no somos del mundo; tratamos de acoplarnos a un ambiente que no nos pertenece, sin embargo, luchamos a todas costas a no contaminarnos de la maldad que el mundo emite. El ir y venir de los problemas, nos abruman día con día, observar las malas actitudes de muchas personas a nuestro alrededor, luchar contra las intenciones malas de otras tantas que gozan de actuar así,  son algunas de las decepciones que pasamos y enfrentamientos que debemos vivir a lo largo de nuestro camino; sin embargo, para los que aman a Dios todas las cosas vienen a bien, significa, que aunque veamos el camino oscuro y todo sea contrario a lo que queremos, esas dificultades nos ayudaran a madurar tanto espiritual y naturalmente, confiar más en Dios y en sus promesas.  Las enseñanzas que Jesús nos dejó en las sagradas escrituras, es una clara muestra que él a pesar de todo lo que vivió se mantuvo firme hacia su propósito, el dar su vida en la cruz del calvario para limpiar, perdonar nuestros pecados y redimirnos sin medida, de esa misma forma debemos actuar nosotros con humildad, perdonando a quienes nos hacen daño con sus palabras, acciones u omisiones. Nuestro Padre Celestial es un Dios de oportunidades, que jamás trae a memoria nuestras fallas o la faltas de los demás…y que siempre prepara el camino para que continuemos dejando buenas huellas en el corazón de quienes están a nuestro alrededor.   No paguemos mal por mal, sino hagamos el bien todo momento. Les dejo con este poderoso versículo de La Biblia en Gálatas 8:8-10 “Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.” Les animo que continúen haciendo el bien en todo momento y a todas las personas; perdona si te dañaron, pide perdón si dañaste a alguien que amas; y verás que el gozo inevitablemente llegará a reinar en tu vida.

Es tiempo de COMENZAR DE NUEVO y darte la mejor oportunidad de tu vida, que la luz de Jesús resplandezca en tu corazón. Recuerda nunca dejes de regalar una Sonrisa del Corazón!

BY Izela Leiva López, #UnaSonrisadelCorazon / Tegucigalpa, Honduras, Centro América.