“Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.” Proverbios 31:21
La mujer que ama, sobrepasa barreras en su propia vida y en la vidas de otros. Una
de las maneras de amar a tu hermana es bendiciéndola. El poder de nuestras palabras es infinito, en hecho es divino, dado directamente por Dios.
Tus palabras de bendición, liberan a tu hermana de ataduras de opresión. Hay tanta hermosas mujeres trabajando aisladas y con grandes pesos sobre sus hombros. Estas cargas no son físicas ni visibles, aun así producen una opresión en ellas, obstaculizando su concentración, su animo, y su vigor para llevar acabo su llamado de Dios.
Amada amiga, no obstaculices la voluntad de Dios en tu hermana, o amiga. Bendícela, eres una mujer virtuosa, con una estima que sobrepasa la belleza de muchas.
Oración: Padre celestial, gracias por el poder que me haz dado de bendecir a mis amigas y hermanas. Te pido perdón por las veces que he hablado sin cuidado, obstaculizando tu voluntad en tus hijas. Gracias por esta oportunidad de empezar de nuevo. En tu nombre Jesus. Amen.