Siempre he creído que las flores tienen un valor y un concepto importante, no solamente para embellecer nuestro entorno, sino para transmitirnos un mensaje. El girasol es mi flor preferida porque tiene un gran significado para mí, desde hace un tiempo he analizado este hermoso pimpollo, su color, su textura y la función que hace cuando está plantada en la tierra. Sí te fijas bien, ésta flor gira buscando el sol para encontrar la luz y brillar, alcanzando su total maduración, creciendo muy alto, con tallo resistente y erguido; estas funciones que realiza, si las aplicáramos en las personas, te puedes imaginar como sería nuestro mundo? Definitivamente sería un mundo diferente lleno de personas con un corazón repleto de amor, plenitud y con dinamismo para cumplir todos los sueños.

Aunque tú no lo creas, los girasoles me han dado una gran lección, ya que a través de la naturaleza, también Dios nos habla; me han enseñado a plantarme firmemente, crecer y madurar en muchas áreas, de esta manera permitir que mi vida gire en torno a Dios todos los días, en cada respirar. El me ha enseñado a ser fuerte, mantenerme firme e ir creciendo y madurando en la Fe, día a día, buscando su presencia cada momento por lo que esto hace que mi vida se levante y resplandezca conforme el movimiento del Espíritu Santo en mi corazón, independientemente de las circunstancias que esté viviendo.

Recuerdo muy claramente cuando un día de esos que menos pensaba que iba a recibir buenas noticias, llegué a un lugar llamado Ministerio Levantando Vidas, iba totalmente destrozada, sin esperanzas, sin ilusiones, sin sueños, sin anhelos, sin ganas de vivir…nunca olvidaré ese momento en que citaron un versículo que estremeció todo mi ser y devolvió todo lo que había perdido: Mi FE y ESPERANZA. El escuchar de la boca de la Apóstol Carolina Montero, con sonido retumbante en mis oídos, Isaías 60:1 ¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!…ver en ese momento a algunas personas que obedientemente al mandato de esa lectura bíblica, literalmente se levantaron y con una sonrisa especial y resplandeciente cautivaron mi corazón.

Ese acto realizado, quizás para algunas personas, sin importancia, pero para mí fue determinante para girar mi vida al lado contrario de la oscuridad en que vivía…girando para buscar la luz, y es que cada vez que nos determinamos a girar nuestro corazón para lograr que la luz de Jesús toque nuestro ser, vemos como el resplandor nos levanta, nos transforma, nos cambia, nos limpia y nos redime; si bien es cierto hemos fallando, Él se encarga de cambiar el sentido de nuestras vidas para volver la esperanza y comenzar de nuevo. Tenemos un Dios de oportunidades, que nos ama incomparablemente y que ya perdonó nuestros pecados.

Ahora  cada vez que escucho ese versículo que atesoro en mi corazón, en cada lugar o momento que lo expresan, sin pensar y convencida de lo que Dios nos manda a hacer: me Levanto y Resplandezco para transmitir a las personas que están a mi alrededor sin importar donde me encuentre, esa convicción de que sí podemos Girar para buscar la Luz de Jesús, y obtener lo que tanto buscamos. Quieres ser una persona: Levantada, Resplandeciente, con Luz propia y Brillante? Te aseguro que en Cristo Jesús podrás tener cada una de éstas cualidades, solamente decide cambiar tu estado de caído a levantado; de tenebroso a resplandeciente; de oscuridad a luz; de opaco a brillante. Te atreves? Nunca temas regalar Una Sonrisa del Corazón, con esa acción estarás levantando la vida de la persona a quien se la otorgues!  Por Izela Leiva López, Tegucigalpa-Honduras