Por: Lorena Medrano
Romanos 8:29-30 14 porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
15 pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Porque todos son guiados por el espíritu Dios, y nosotras no somos la acepción porque somos sus hijas y eso me da la seguridad de que él nos guía, y no somos esclavas para estar tristes ni con temor.
Y de alguna manera debemos ser probados para que el enemigo sepa de que somos mujeres que soportamos pruebas para ser resistentes y cuando dice la palabra, Las situaciones difíciles son más fáciles de soportar y sabemos que algo bueno resultara de ellas. El problema es que nuestra idea de lo bueno puede ser distinta a la de Dios. Como sus caminos y sus pensamientos están muy encima de los nuestros.
Debemos confiar en que El sabe lo que es mejor, incluso si las situaciones nos causan dolor, impotencia o dificultad (Isaías 55:9). El bien final del cual el señor está ocupándose es hacernos cada ves mas semejantes a su hijo Jesucristo, y las pruebas que experimentamos son una de las herramientas que El utiliza en el proceso. Ahora bien, no debemos pensar que Dios envía aflicción a nuestras vidas y después se cruza de brazos para ver que pasara. Nuestro misericordioso Padre celestial controla cada aspecto de la situación
ORACIÓN Dios fortalece nuestras vidas en medio de las pruebas para seguir adelante y no desmayar, bendice a mis hermanas, amen.