El Señor Jesucristo vino a darnos vida y vida en abundancia.
El enemigo de nuestra alma está al asecho buscando a quien devorar porque el vino a hurtar, matar y destruir. Juan 10:10
Sepa usted que somos un ser tripartito; espíritu, alma y cuerpo. Es necesario que como cuerpo de Cristo tengamos sanidad interior del alma, el propósito es que seamos mujeres libres.
“Asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”. Filipenses 2:16
La palabra trae liberación donde hay ataduras.
1 Tesalonicenses 5:23, dice: Y el mismo Dios de Paz os santifique por completo y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1- Espíritu: Es nuestro hombre interior, allí tenemos:
- Comunión: Nos comunicamos con Dios.
- Conciencia: Nos permite distinguir entre el bien y el mal.
- Intuición: Es la percepción de lo espiritual y a través de esta percepción se desarrollan los dones.
2- Alma: Es donde radica nuestras emociones y ahí encontramos:
- Voluntad: Es la capacidad de decidir entre el bien y el mal.
- Emociones: Es la parte del hombre donde se encuentran los sentimientos: Como la tristeza, miedo, odio, rencor, culpabilidad, resentimiento, alegría, etc.
- Mente: Es la capacidad de razonar, de escoger, de reflexionar.
3- Cuerpo: Es el medio por el cual nos comunicamos con el mundo exterior, ahí se encuentran, los miembros, los sentidos, y los instintos naturales.
La Sanidad Interior tiene que ver con experiencia dolorosas del pasado que puedan haber provocado heridas. Nuestro Señor Jesucristo es el único que puede ir a ese pasado y sanar.
La Sanidad Interior, es el proceso de la renovación del alma de una persona, de su mente, de su corazón, que le trae paz interior, lo libera del pasado y de los recuerdos dolorosos, le trae paz interior y le permite restaurar su vida presente de acuerdo a la voluntad y planes de Dios para su vida.
A diferencia de la liberación demoníaca, en la sanidad interior la participación activa, decisión y perseverancia de la persona son indispensables y se requiere de un tiempo indefinido donde trabaja el Espíritu Santo, guiando, redarguyendo y revelando la verdad, la palabra de vida te hace libre, Mujer. Juan 8:32.
Este es un proceso progresivo de “quitar las espinas” el dolor y sembrar, en los pensamientos la palabra de Dios y en el corazón el amor perfecto de Dios.
Todas necesitamos sanidad interior porque hemos sido heridas o el hecho de haber atravesado por procesos traumáticos en nuestra niñez, infancia, adultez. La mayoría de veces debido a los frutos de los recuerdos dolorosos del pasado no resuelto.
La obra del Espíritu Santo es nuestras vidas trae embellecimiento, Él está sanando las heridas, manchas y arrugas que hay en tu corazón. Renovando el Espíritu de tu mente y poniendo un corazón nuevo.
Oración: Señor Jesucristo, confieso que no he amado correctamente, sino que estado resentida con algunas personas y tengo falta de perdón en mi corazón. Me arrepiento de esto y te pido que me perdones. Clamo a ti, Señor, para que me ayudes a perdonarlos completamente. Ahora perdono aquellas personas que me han daño y te pido Señor, que les perdones también.También me perdono a mí misma y me acepto como una hija preciosa de Jesús.
En el nombre del Padre, Hijo y el Espíritu Santo. Amén.