MATEO 5:25-34

Todos hemos travesado por diferentes circunstancias y situaciones difíciles, cometiendo errores y pecando contra Dios.
Cuando tenemos un verdadero encuentro con el Señor Jesús, hasta entonces podemos decir que nacemos de nuevo.
La Biblia relata el sufrimiento de esta mujer, su estado era deplorable, critico. Doce años con aquella enfermedad que la margino de la gente.
Fue abusada por los médicos ya que la dejaron en la ruina. Ya para ella no había salvación.
Cuantas mujeres en estos días pasan también por situaciones donde son marginadas por enfermedades terminales como VIH esperando solamente la muerte.
Pero aquella mujer oyó hablar de Jesús, y aun así debilitada por la pérdida de sangre (que en ese tiempo podíamos decir que era un cáncer, la cual decimos pero si era cáncer ella hubiera muerto, pero Dios es capaz de mantenerla viva para que conozcan su gloria).
Derribo sus limitaciones de enfermedad y de pobreza y se acerco con mucha dificultad, arrastrada y gimiendo derribo todos los temores, todo muro y toco el manto del Maestro.
Mujer- así como esta mujer derribo todo lo que la tenia atada al creer lo que había visto del Señor Jesús, y experimentar el gran poder que de él mana; quita toda limitación de tu vida que te tiene postrada en una cama y acude a la sangre del cordero de Dios.

ISAIAS 53:5
Esa sangre es un presente, es sanadora, salvadora. Él quiere que experimentemos su gran amor, que le conozcas.
Si tú no lo has aceptado, este es un buen tiempo para que tú vida cambie.
Aquella fe de mujer lo sorprendió y él le dijo que virtud había salido de él.
La virtud del perdon, del amor y del poder del señor Jesús, y que te ofrece gratuitamente.
ORACIÓN:
Señor Jesús en esta tarde te presento a toda mujer que esté pasando por estas dificultades que a través de tú amor y perdon sean trasladadas de las tinieblas a la luz y puedan conocerte como su único salvador.
Amén.