POR: Evelyn Johana Andrade Cruz 18/05/2018
1Reyes 3:21, 23, 25, 26 y 28
- Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. 23. El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, más el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. 25. Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. 26. En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. 27. Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Más la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. 28. Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre.
Es sorprendente el amor de una madre que ama con todo a sus hijos; este es el caso ejemplo vivo del amor incondicional; cuando el Rey declaro que partiría por mitad al niño para que cada una agarrase una mitad, a su madre se le estremeció todo de pensar que su hijo moriría y prefirió que se lo dieran a la otra mujer, antes de que el rey echara andar su sentencia para resolver el problema.
Cuando esta madre tomo esta decisión de renunciar a su hijo, el rey tomo la determinación y dijo dadle el hijo a esta porque ella es la madre.
Es digno de admirar a madres que se sacrifican a toda costa con tal de ver a sus hijos en bienestar, luchan día a día por sus hijos, educándolos para que en días postreros sean personas de bien a la sociedad, ensenándoles la palabra y el servir a los demás si está todo en sus manos para ayudar al prójimo.
Cualidades de una madre:
- Comprensión,
- Paciencia
- Sabe escuchar
- Determina todos los limites,
- Enseñan todo lo que saben
- Permiten que nos equivoquemos
- Cuidan hasta el último detalle
- Expertas en planificar
- Son las más creativas
- Son todo amor
Oración
Padre celestial, te doy gloria por darme la bendición de ser mujer, esposa y madre; este es un regalo que solo tú puedes conceder mi rey; te doy gracias porque has puesto esta delicada tarea en mí, ayúdeme Señor dándome la sabiduría que necesito para educar a mi hija en el amor y temor suyo, con la ayuda de su palabra a instruirla por el camino del bien, ensenándole con mi ejemplo a amar a Dios y al prójimo y hacer lo bueno delante de su presencia Señor, ayúdeme a proveerle lo que ella necesite, en el nombre de Jesús. Amen.