POR: Evelyn Johana Andrade Cruz. 15/05/2018
Lucas 10:39-42
- Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
No es que servir este mal; ¿a que se refería el Señor Jesús?, pero solo una cosa es necesaria. No se trata de hacer una contraposición entre estas dos actitudes: la escucha de la palabra del Señor y el servicio son actitudes esenciales en nuestra vida cristiana; aspectos que no deben separarse para vivir en armonía. Pero ¿porque Marta es reprendida con amor, de parte de Jesús? Es reprendida debido a que ella estaba demasiado afanada y absorbida por lo que todavía faltaba por hacer; pero se puede decir que Marta es una buena ama de casa, activa diligente y hacendosa, pues María es más apasionada, sensible, no es de medias tintas. Estamos ocupados en los desdenes de la vida, absorbidos por el trabajo, resolviendo diligencias y se nos hace poco el día para terminar todos los compromisos y terminamos rendidos al final de este y no gozamos de la presencia del Señor, por estar atendiendo otros distractores. Esto nos indica que debemos elegir siempre lo mejor. Sentarnos a los pies de Jesús y disfrutar de su presencia.
¿A QUIEN DESEAS IMITAR?
Ambas hermanas pueden enseñarnos algo diferente:
- Ser hospitalaria; una buena anfitriona
- Elige la buena parte: Jesús alabo la actitud de María
- No te afanes: es licito preocuparnos por las necesidades físicas pero no afanarnos
- Aprende más de Jesús: escudriña día a día la palabra.
Oración
Jehová bendito te doy gracias por tu palabra, gracias por enseñarme lo que realmente es importante en esta vida; ayúdame Señor a no perder el enfoque real por el que fui creada, mi Jesús no permitas que los distractores del enemigo ataquen mi relación contigo; quiero permanecer a tu pies, adorando y gozándome en tu presencia. Amen.