Por Edith Villanueva
Agosto 15,2021

Que grandiosa promesa tenemos nosotras más por ser mujeres de fe, que nunca estaremos solas porque estamos protegidas, resguardadas por la misericordia y el favor de Dios, mi querida, ¡¡Dios está para ti, él es para ti!!
Lo único que tenemos que hacer cada día antes de empezar nuestra jornada colocarnos dentro de la misericordia de Dios, Él ha prometido que nunca nos dejara solas, tenemos que invocar su nombre, confiar en sus promesas y entrar en una relación íntima, personal y profunda con Él a través de Cristo.
Nuestro Dios siempre nos espera sonriente y está dispuesto a siempre darnos su gracia porque somo mujeres obedientes que vamos realizando buenas obras que hablan de Él, por eso somos luz. Es Dios quien inclina todo a tu favor, es un favor que no lo merecemos, pero Él nos da toda su bondad y nos concede, porque ese es el deseo de su corazón que estemos bajo su presencia.
Nuestro Dios siempre nos da su paz, podemos estar completos en Él, llenas de todo, no tener necesidad de absolutamente nada, es decir obtener un bienestar integral en todas las áreas de tu vida, por eso todo lo que tenemos que hacer es creer en él y seguirle.
Recuerda que llevamos su nombre, somos de Él, le pertenecemos somos su creación, como mujeres, somos la perfección de su creación, su gracia esta sobre nosotras, Todo esto traerá todo tipo de bendición a nuestra vida, en eso consiste la belleza de la salvación.
El amor de Dios es el amor más valioso en este mundo, es un amor sublime, puro, fiel y eterno. Es el amor que se sacrifica sin esperar recompensa es incondicional.
En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su hijo en propiciación por nuestros pecados. (1Jn. 4:9-10).
Mujer de fe necesitas una relación de intimidad con tu creador que se fundamente en la sensibilidad de tu alma es decir una relación que va creciendo en comunicación con el Espíritu Santo. Esta comunión es la clave para todo avivamiento del poder de Dios y producir grandes moveres del Espíritu en nuestras comunidades u organizaciones.
Haz tuya esta maravillosa oración de bendición, de protección y cuyo propósito es trasmitir el mejor deseo de nuestro Dios para nosotros:
“Que el señor te bendiga, y te guarde,
Que haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia,
Que el señor ponga su mirada hacia ti, y te de paz…” Deuteronomio 6:24-26
Si lo creemos lo vamos a recibir, su favor estará sobre nosotras, y sobre mil generaciones, sobre tu familia y tus hijos y los hijos de tus hijos, su presencia estará delante de ti, detrás de ti, él esta contigo en la mañana y en la noche, él cuida tu entrada y tu salida, él esta contigo en tu tristeza y tu alegría .
¡¡Dios está para ti, Él es para ti!!